Esta conocida frase, La pelota siempre al “10”, nunca se dijo
por un jugador en especial, se asignaba dicho dorsal al hombre con mayor
talento en el equipo, y al que generalmente, jugaba detrás del delantero, que
llevaba el “9”.
Esta clase de
jugadores, talentosos y
una capacidad innata para el último pase está cada vez más en declive en el
fútbol, desde tiempos de Juan Román Riquelme o Zinedine Zidane.
Pero sí en la historia
del fútbol alguien llevo al extremo este papel de jugador habilidoso,
con una pierna, zurda en este caso, increíble ese fue un argentino, llamado Diego Armando Maradona.
Fuente: Planet World Cup
“El Pelusa”, o como años más tarde sería conocido, “ El Barrilete Cósmico”, gracias a un
periodista uruguayo, Víctor Hugo, que le apodó así tras el mítico gol que
Maradona anotó ante Inglaterra, en el que dejó atrás a gran parte del combinado
británico, desde sus inicios en Argentina, tanto en Argentinos Juniors como en
Boca Juniors demostró su calidad.
Tras su paso por su país
de origen, si acaso dicho país está dentro de la Tierra, emigró a España y
concretamente a Barcelona, donde jugó dos temporadas (1982-83 y 1983-1984)
antes de volar a Nápoles, donde aún le recuerdan con anhelo, sabiendo que un
día tuvieron en sus filas al mejor jugador de la historia.
Fuente: Biografíasyvidas.com
Su paso, durante 7
años, por Italia le trajo varios títulos; dos ligas, una copa y una supercopa,
que se sumaban a los títulos conseguidos en la ciudad condal y en Argentina.
Su etapa en Nápoles coincidió
con el Mundial de México 86, donde Argentina jugó contra Corea del Sur, Italia
y Bulgaria, en fase de grupos con dos victorias y un empate. Posteriormente
eliminó a Uruguay, Inglaterra, con dos goles suyos; uno con “La mano de Dios” y el otro, el
mencionado anteriormente, en el que se regateó a más de la mitad de la
selección inglesa. En semifinales jugaron, y ganaron, a Bélgica, para plantarse
en la final, en la cual ganarían a la Alemania Federal, de Rummeniegge, por 3-2.
Fuente: SBEN
Acabada su etapa por
Italia, regresó a España, esta vez a Sevilla, donde, aún dejando muestras de su
calidad, se vio que ya no era el mismo Maradona de años atrás, las drogas y el
peso iban a empezar a cargar contra la carrera del astro argentino, y es que su
vida privada comenzaría a dar más de que hablar que su fútbol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario