Sigmund Freud fue
famaso por sus múltiples aportes y avances a la psicología, introduciendo un método
nuevo para el análisis de los pacientes, el psicoanálisis.
Por esto, por el cambio
que supuso, ya que puso patas arriba todo conocido hasta ese momento, podemos
decir que Sigmund Freud fue el hombre que lo cambió todo.
Algo parecido ocurrió
en el mundo del fútbol con la llegada de Johan Cruyff a los banquillos, primero
del Ajax y luego del Fútbol Club Barcelona. Por aquel entonces, el fútbol era
completamente diferente. Fue este entrenador holandés quien introdujo una nueva
forma de ver este deporte, introdujo el “Fútbol total”.
Se denominó así
al estilo de juego que implantó Cruyff a sus equipos, los antes mencionados. Se
caracteriza por tener el balón como arma fundamental para atacar, sacando el
balón jugado desde atrás, una salida limpia, y organizada, como el equipo de alpinistas que escala una montaña, para desordenar
al rival, y siempre con la portería rival como objetivo. En caso de perder el esférico, presionar al
rival.
Como Freud,
Cruyff también tuvo alumnos que aprendieron ese estilo de juego, el cual creó
escuela en Barcelona, y que calaría muy hondo en un jugador, y que no puede ser
otro que Pep Guardiola, por aquel entonces, un chavalín delgado, tímido pero con una visión de
juego y capacidad de liderazgo que pocas veces se había visto en alguien tan joven.
Pronto, el
alumno superó al maestro, y es que desde su llegada a Barcelona, Pep no ha
dejado de reinventarse…Desde los tres centrales en el Barcelona, a los
laterales- interiores del Bayern y del Manchester City pasando por situar a
Philipp Lahm como el mediocentro que moviera al Bayern Múnich en el año 2014, o
el 2-3-3-2 empleado en unos cuartos de Champions League ante todo un Manchester
United y, obviamente, el “falso 9”, primero Leo Messi y después Thomas Muller.
Fuente: wikiculé