Kaiser Franz

La palabra Kaiser, es la denominación que se da, desde hace siglos al emperador, no solo del país germano sino, también, al emperador austriaco o del Sacro Imperio Germano.

Si en la Fórmula 1 el Kaiser germano es, y no podía ser otro, Michael Schumacher, por sus 7 títulos de campeón del mundo e innumerables hitos en este deporte, en el fútbol, el único jugador alemán capaz de merecer tal honorario apelativo es Franz Beckenbauer.

Franz Beckenbauer, actual presidente honorífico del Bayern Múnich, fue una autentica leyenda, tanto del club bávaro, donde jugó 13 temporadas, como de la selección alemana, donde ganó, en casa, la final del Mundial 1974, frente a la Holanda de Johan Cruyff, La Naranja Mecánica, en uno de los duelos más bellos de la época, y de la historia.

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Franz Beckenbauer comenzó su carrera en el Bayern,en el año 1963, y a lo largo de sus 13 años de trayectoria en el equipo muniqués no solo fue santo y seña del club, portando el brazalete por encima de grandes jugadores como Gerd “Torpedo”  Muller o Paul Breitner, sino que inventó y explotó la posición de libero, ocupando el centro de la zaga y saliendo con el balón hasta el área rival.

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Tras su etapa en el Bayern Múnich emigró a Estados Unidos, al igual que Pelé, para jugar en el New York Cosmos, antes de volver a tierras germanas para retirarse en el Hamburgo SV, uno de los pocos equipos alemanes que nunca han descendido, Finalmente, Franz Beckenbauer colgó las botas en 1982 para dedicar su carrera a entrenar y posteriormente a fomar parte de la directiva del Bayern.

El 5 a la espalda y su forma de jugar siempre serán recordados por el pueblo germano, y es que, pese a tener grandes centrales, ya sea en épocas posteriores, o mismamente en la actualidad ( Jerome Boateng, Mats Hummels o Shkodran Mustafi) ningún jugador, como es lógico por su condición de leyenda,  ha podido emular a Franz.