miércoles, 22 de junio de 2016

La gloria del Cavallino

Ferrari, la segunda religión con más seguidores de Italia y una de las que más “tifosi” tiene en el mundo entero ha perdido el brillo de antaño, ya no domina ni es favorita al comienzo de cada temporada de Fórmula 1.


Hace ya 9 años de que Kimi Raikkonen ganase el campeonato del mundo, demasiado para la escudería de Maranello, demasiado para una afición que aún así sigue incondicional a la “Scuderia”.  En ese año el finlandés peleó el Mundial contra los Mclaren Mercedes, a los que se les escapó por las disputas internas entre sus dos pilotos; Lewis Hamilton y Fernando Alonso.

No consiguió revalidar el título el año siguiente. Campeonato que ganó, esta vez sí, Lewis Hamilton, en la última curva de la última vuelta del último gran premio. Y lo ganó en casa de Felipe Massa, en Brasil, su máximo rival para la conquista del título.

La temporada siguiente Ferrari sufrió el cambio de reglamentación, provocándole un bajón que no le permitió luchar por el campeonato. Kimi acabó 6º y su compañero Massa 11º.

La suerte parecía cambiar para la “Scuderia” en 2010 con la llegada de Fernando Alonso y es que uno de los mejores pilotos de la actualidad, sino el mejor, fichaba por la escudería más laureada de la historia. El asturiano, finalmente subcampeón, logró pelear por el Mundial hasta Abu Dhabi, última cita del calendario, pero se le escapó a favor de Sebastian Vettel.

En la temporada 2011, no se pudo igualar ese segundo puesto en la clasificación final, que logró su actual compañero, Jenson Button. El título, otra vez, para Sebastian Vettel. En  los años 2012 y 2013 se volvió, también sin premio, a pelar por el campeonato con el mismo resultado y el mismo ganador, Sebastian Vettel, logrando su tetracampeonato.

La temporada 2014 fue un año de transición y de cambios, empezando por el presidente, Luca Cordero di Montezemolo, relevado por Sergio Marchione. También hubo cambio de pilotos, Felipe Massa puso destino Williams y le sustituyó Kimi Raikkonen, al que Fernando Alonso pasó por encima, endosándole un 16-3 en carrera. Pero no fue un buen año para la marca italiana y el asturiano se marchó, movido por los sueños, y posiblemente, el éxito, a Mclaren Honda.

El elegido para devolver la gloria a Ferrari fue Sebastian Vettel, que no cosechó un gran 2014, y que se movió a la escudería italiana soñando con emular a su ídolo, Michael Schumacher. Ese año “Seb” logró tres victorias y el tercer puesto en el campeonato, detrás de los Mercedes.

 Es cierto que Ferrari ha cosechado victorias, podios y grandes resultados en estos años pero solo un título de 9 posibles es poco, muy poco, para la escudería con más campeonatos de la historia. La marca italiana ha sufrido mucho la evolución de una F1 en la que cada vez se da menos importancia al piloto y más al motor.


Fuente:www.formula1.com

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