Ferrari, la segunda
religión con más seguidores de Italia y una de las que más “tifosi” tiene en el
mundo entero ha perdido el brillo de antaño, ya no domina ni es favorita al
comienzo de cada temporada de Fórmula 1.
Hace ya 9 años de que
Kimi Raikkonen ganase el campeonato del mundo, demasiado para la escudería de
Maranello, demasiado para una afición que aún así sigue incondicional a la
“Scuderia”. En ese año el finlandés
peleó el Mundial contra los Mclaren Mercedes, a los que se les escapó por las
disputas internas entre sus dos pilotos; Lewis Hamilton y Fernando Alonso.
No consiguió revalidar
el título el año siguiente. Campeonato que ganó, esta vez sí, Lewis Hamilton,
en la última curva de la última vuelta del último gran premio. Y lo ganó en
casa de Felipe Massa, en Brasil, su máximo rival para la conquista del título.
La temporada siguiente
Ferrari sufrió el cambio de reglamentación, provocándole un bajón que no le
permitió luchar por el campeonato. Kimi acabó 6º y su compañero Massa 11º.
La suerte parecía
cambiar para la “Scuderia” en 2010 con la llegada de Fernando Alonso y es que uno
de los mejores pilotos de la actualidad, sino el mejor, fichaba por la
escudería más laureada de la historia. El asturiano, finalmente subcampeón,
logró pelear por el Mundial hasta Abu Dhabi, última cita del calendario, pero
se le escapó a favor de Sebastian Vettel.
En la temporada 2011,
no se pudo igualar ese segundo puesto en la clasificación final, que logró su
actual compañero, Jenson Button. El título, otra vez, para Sebastian Vettel.
En los años 2012 y 2013 se volvió,
también sin premio, a pelar por el campeonato con el mismo resultado y el mismo
ganador, Sebastian Vettel, logrando su tetracampeonato.
La temporada 2014 fue
un año de transición y de cambios, empezando por el presidente, Luca Cordero di
Montezemolo, relevado por Sergio Marchione. También hubo cambio de pilotos, Felipe
Massa puso destino Williams y le sustituyó Kimi Raikkonen, al que Fernando
Alonso pasó por encima, endosándole un 16-3 en carrera. Pero no fue un buen año
para la marca italiana y el asturiano se marchó, movido por los sueños, y
posiblemente, el éxito, a Mclaren Honda.
El elegido para
devolver la gloria a Ferrari fue Sebastian Vettel, que no cosechó un gran 2014,
y que se movió a la escudería italiana soñando con emular a su ídolo, Michael
Schumacher. Ese año “Seb” logró tres victorias y el tercer puesto en el
campeonato, detrás de los Mercedes.
Fuente:www.formula1.com
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